domingo, 19 de diciembre de 2010

...Bendiciones a través de una gran transformación...

Paso a paso nos damos cuenta que el tiempo es cada vez más corto y que trascurre tan rápidamente que nos pasa desprevenidos.

Hoy, faltan 4 días antes de que se termine este año, un año en el cual pienso que la gracia de Dios se ha manifestado abundantemente en mí, obrando según su voluntad llena de gracia y verdad, poderosamente.

Es tanto lo que Dios me ha ensenado en estos 361 días, que no quería dejar pasar la oportunidad para compartir con ustedes, tantos momentos en que la luz de palabra y el mensaje de Dios vino a mi vida para amonestarme, animarme, fortalecerme en la fe, para continuar moldeándome preciosa ante sus ojos.

No pasa ni un solo día, en que no le doy gracias a Dios, porque es por su infinita gracia y misericordia, que aun me tiene con vida. Es por su gracia que muchos de nosotros estamos en perfecto estado de salud y nos provee diariamente de nuestro sustento.

En este año, se me llenan los ojos de lágrimas, por las increíbles maravillas con que Dios me ha bendecido no solo desde los pequeños detalles que me concede cada día sino de la manera tan tierna con que el guía mi camino, moldeándolo cada día más y haciéndolo conforme a su hermoso y perfecto propósito.

Aun no sé lo que Dios ha preparado para mi vida, pero a través del transcurso de los días, Dios utilizo a muchas personas que de una manera u otra fueron una canal de bendición y enseñanza a través del cual Dios me mostraba su voluntad y evidencias, de que El siempre está en control de todo y que todo, obra para bien.

Un tiempo atrás escuche a un predicador que decía: Vive el evangelio? Vive a Cristo? Fueron estas palabras que me hicieron dar cuenta que no necesitaba más explicación, lo que me hacía falta era aplicación. Era procurar exaltar la gloria de Dios sobre todo y con todos.

Dios me ha ensenado a aprender a recibir su palabra con disposición en mi corazón, ha quebrantado mi orgullo y me ha enseñado que no soy perfecta y que solo con su ayuda y su palabra, es que realmente creceré para su gloria.

…Dios se agrada más en la obediencia que en los sacrificios…

... Muchos enseñan y pocos viven…

Siempre me viene a la mente el himno que dice: “Cuando allá se pase lista, a mi nombre yo feliz responderé."

Es que es imposible parar de exaltar la grandeza de Dios, pues El, ha venido no solo a ser mi salvador y padre sino a ser la prioridad en mi vida. Y cuando conforme a esto vivimos, nuestra vida se llena de tantas bendiciones, transformaciones y cambios, todo muestra de la perfecta gracia de Dios, para su gloria.

Pero hoy, amados amigos, les digo que yo vivo el evangelio de mi amado Cristo en mi corazón. Es solo por la gracia de Dios que hasta el día de hoy me permite decir con una fe genuina: Yo amo a mi salvador y redentor. En sus manos está mi vida y todo cuando acontece en mi vida es por su voluntad, pues el reina, y para El y solo El es toda la gloria.

Con esto me despido de ustedes hasta el próximo año, deseándoles que Dios obre de tal manera en ustedes como lo ha hecho conmigo y transforme sus vidas a su imagen. Para así solo darle la gloria aquel a quien se la merece, por los siglos. Y que cuando Cristo venga en gloria y pase lista, todos felices respondamos a nuestros nombres, como escogidos de Dios. Pues aunque muchas aflicciones nos agobien en esta vida, Dios venció todo por nosotros.

Todo es pasajero, pero solo Dios es eterno y allá en los cielos nos espera aun gran galardón.


“Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.”

Hebreos 12:2


"Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. Como también yo en todas las cosas agrado a todos, no procurando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos." 1 Corintios 10:31-33


Bendiciones a todos!