Queridos lectores, hace un tiempito que no había vuelto a escribir. Pero en esta ocasión, nuevamente las ideas se van adentrando hasta lo más profundo de la comprensión, para traerles otra realidad más de nuestro día a día.
Siempre andamos por la vida, sabiendo que existen preocupaciones, que existen obstáculos, pero en muchas ocasiones tratamos de ser lo más optimistas y luchar en contra de la corriente. En otras ocasiones, Dios trae circunstancias que nos enfrentan de una manera u otra, recordándonos que la vida no es sencilla. Por más que tratemos de lograr metas, todo tiene un riesgo que siempre se acompaña de un obstáculo. Pero, siempre detrás se esconde el optimismo que permea la razón de continuar, de seguir transitando.
Pero llega un punto que nos sentimos en medio de dos caminos. No les ha pasado?
En ocasiones hay una de las direcciones que apuntan hacia nuestros deseos, aquello que nuestro corazón desea tener y la otra dirección, posee a su vista una gran señal de ALTO, he aquí donde se encuentra el camino de la paciencia, el camino donde Dios siempre nos dice: Espera que se cumpla mi voluntad, yo tengo un propósito, aunque no sepas cual es, yo te guiare, pero detente, ten paciencia.
Creo que muchos nos hemos encontrados entre estas dos direcciones, y muchas veces en la vida, hacemos un alto para recordar que vivimos transitando un camino y que estamos tomando a cada instante decisiones, ya sean buenas o malas. Los errores siempre los habrán, no somos perfectos, pero a veces resulta inquietante estar en el medio y sentir como tu corazón te hala hacia una dirección, pero Dios por medio del entendimiento que ha dado a nuestra razón, nos llama desde la otra dirección.
No es fácil, nadie dijo que lo seria, el mismo Dios dice que el venció ya todo por nosotros. El sabía que estaríamos en esta vida peleando cada día una batalla. La victoria ya está en las manos del rey, ya el venció. Pero, está en nosotros disponer del buen uso de nuestro entendimiento para no dejarnos dominar por ninguna emoción, deseos pasajeros, obstáculos del camino o cualquier tipo de problemas que puedan presentarse, y ser arrastrados donde la sabiduría mora y toda corriente es derribada. Es aquí, donde todo cuanto acontece, está perfectamente determinado por las manos del creador.
Así que, cuando de nuevo sientas estar en medio de dos caminos, lee bien la señal ALTO, Dios algo te está mostrando y al tomar la decisión de que camino escogerás, escoge permanecer en las manos del vencedor.
“Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará.”
Salmos 37:4-5
“Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.”
Deuteronomio 31:6
“Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría.”
Salmos 90:12
